AUDIO ALTO CENEPA 1995

miércoles, 19 de noviembre de 2014

SO1 EP MIGUEL PINEDA RAMÍREZ DENUNCIADO A LA 2da ZONA JUDICIAL DEL EJÉRCITO PERUANO 1995

Desde el 01 de diciembre de 1994 hasta el 28 de enero de 1995 permanecí como Jefe de la Base Militar del distrito de Pelejo, San Martín; en esta base militar como en las otras no había energía eléctrica, agua ni desagüe. En lo que respecta a información (noticias) de fuente abierta, permanecimos totalmente desconectados con lo que sucedía en el Perú y el mundo.

El 28 de enero de 1995, en la madrugada, soñé que el Perú se encontraba en guerra contra Ecuador, nuestras fuerzas habían invadido el territorio del vecino país del norte llegando hasta Quito, había sido una victoria fácil, rápidamente toda la resistencia del enemigo había sido arrasada por el avasallador accionar de los blindados y la Fuerza Aérea del Perú. Al despertarme de este sueño me puse a pensar, presumiendo que algo malo podría suceder en la Base Militar, en el acto me levanté con mi fusil en la mano, sabía que en este tipo de zonas el peligro es constante sobre todo en las noches, pensé que la Base podría ser atacado por los grupos subversivos y/o narcotraficantes; por ende, procedí a verificar el servicio de guardia y amanecí en alerta, ya no dormí. 

Cuando apareció la luz del día, siendo las 06:00 horas, salí a dar unas vueltas por el pequeño puerto del distrito, encontrando a los dos centinelas del tercer turno que se encontraban sin novedad, los mismos que tenían la misión de controlar el paso de toda las embarcaciones en horas de la noche; cuando me aprestaba a retornar a la base me encontré con el señor gobernador del distrito, don Julio Navarro Vásquez, quien me dijo lo siguiente: “Ecuador ha invadido nuestro territorio, en estos momentos el Ejército está en pleno combate en la zona nororiental de la Cordillera del Cóndor en Amazonas”. En ese momento sonreí y le dije: "yo también he soñado que los blindados del Ejército y la Fuerza Aérea ya están en Quito", que raro ¿mis sueños se están cumpliendo?, ante mi respuesta el gobernador me dijo: “Bueno, si no me crees vamos a mi casa para escuchar la radio”. Después de caminar 300 metros; llegando a un inmueble típico de la selva construido con madera con techo de hojas de plátanos, sacó un pequeño receptor que sintonizaba bien a una emisora ecuatoriana, todo era cierto, el narrador hablaba de movilización total de las tropas y reservistas de Ecuador con destino a la línea de frontera con Perú, en ese momento escuchando la noticia me quedé pensando en mis sueños y también muy sorprendido por lo que nos sucedía a los peruanos, entre mí dije ¿guerra?; en seguida el gobernador me dijo: “ ¿Te das cuenta o no?”, además dijo:  “¿Qué, no te ha informado tu Comando desde Rioja?” le dije que no, que hasta el momento no sabía nada, quien además me dijo: “Ya verás que más tarde te avisarán para que te repliegues de inmediato”. Finalizado la conversación, rápidamente me retiré con destino a la Base Militar; llegando, inmediatamente reuní a todo el personal de tropa y les informé de los problemas con Ecuador. Pero yo más pensé en irme a la ciudad de Lima, es que administrativamente desde el 01 de enero de 1995 ya pertenecía a la Companía de Comunicaciones N° 800 de la Aviación del Ejército con sede en Callao; pero operativamente aun pertenecía al Batallón Contrasubversivo N° 28 de Rioja.

El 29 de enero de 1995, siendo las 09:00 horas, mediante un acta de entrega, entregué al gobernador distrital el inmueble que ocupó el personal militar, luego ignorando la realidad que vivía nuestro país me embarqué en un bote con todo mi personal de patrulla de 20 hombres, a través del caudaloso rio Huallaga nos desplazamos con destino al distrito de Yurimaguas, a donde llegamos siendo las 13.30 horas, lugar donde se juntaron personal de diferentes bases militares y se formó la Companía “C” de fusileros del Batallón Contrasubversivo N° 28. Desde Yurimaguas el día lunes 6 de febrero en la mañana nos trasladan vía aérea hasta Bagua, Amazonas y el día 8 llegamos al Puesto de Vigilancia N° 1, zona de guerra.

En el mes de enero se inicia el conflicto del Alto Cenepa 1995, en el Ejército del Perú, es el mes de relevo para el personal de Oficiales, Técnicos y Suboficiales a nivel nacional; por las circunstancia de la emergencia nacional por problemas con Ecuador se suspende el movimiento del personal; ergo, no llegaron los relevos al Batallón Contrasubversivo N° 28 de Rioja. Dada las circunstancias, el batallón se desplazó a la zona del conflicto con su personal de corporación saliente, que en papel todos ya pertenecíamos a otros batallones pero operativamente seguíamos como parte del Batallón Contrasubversivo N° 28 con sede en Rioja. Yo, desde el 01 de enero de 1995 administrativamente ya pertenecía a la Companía de Comunicaciones N° 800 de la Aviación del Ejército con sede en el Callao, pero como no llegaba mi relevo, continúe laborando como jefe de la Base Militar del distrito de Pelejo, finalizado el conflicto me nombraron para hacerme cargo de la Base Militar del distrito de Yurimaguas lugar donde permanecía hasta el 10 de mayo de 1995. Como es normal en este tipo de situaciones de relevos de personal, ante mi ausencia, de acuerdo a su PC 15 la Companía de Comunicaciones N° 800 había indagado mi situación laboral, es ahí que el Comando Interino del Batallón Contrasubversivo N° 28 le brinda falsa información mediante radiograma N° 213/S-1/BCS N° 28 del 13 de mayo de 1995, reportando que ya me había despedido de Rioja con fecha 16 de abril de 1995; ergo, por error el Comando de la Companía de Comunicaciones N° 800 me denuncia a la Justicia Militar.

¿Por qué retorné antes que los demás a Rioja?, pues bien, en el combate en la cota 1232 en el Valle del Cenepa contra el personal de la Brigada de Fuerzas Especiales N° 9 "Patria" de Ecuador, el día lunes 13 de febrero de 1995 sufrí fractura, y las esquirlas de granada de morteros de 60 mm me perforó el omoplato izquierdo; por ende, me sacaron de la zona del conflicto, me internaron en el hospital militar de Bagua en Amazonas, después de mi alta medica aun estando con descanso medico relativo de 30 días pedí retornar a la zona de guerra "Helipuerto Tormenta" y el capitán medico Carlos Smith Verastegui (jefe del centro medico de la 5ta DIS) denegó mi petición; ergo, con fecha 3 de marzo opté por regresar a Rioja. Por motivos de escases de personal de oficiales y suboficiales, el día 4 de marzo me nombraron para hacerme cargo de la Base Contrasubversivo del distrito de Yurimaguas en Loreto, y quedé al mando hasta el 10 de mayo de 1995. El ocho de mayo se presentó a la base militar un suboficial enfermero militar procedente de la ciudad de Lima, con quien procedí el relevo del personal y material de la base y de los materiales del Banco Agrario, finalizado el relevo el día 11 viajé al distrito de Rioja, llegando en horas de la tarde, llevando consigo la copia del estado de relevo para ser visado por el oficial de logística (S-4).

Con fecha 12 mayo de 1995, finalizado los trámites administrativos, me despedí del Batallón Contrasubversivo N° 28 con sede en el distrito de Rioja, San Martín. Durante seis meses consecutivos había permanecido sin comunicación alguna con mis familiares, ellos no sabían nada de mí, por lo que viajé a la ciudad de Huaraz para el anhelado reencuentro con mis padres, hermanos y demás familiares; luego inmediatamente viajé a la ciudad de Lima.

Con fecha de 29 de mayo de 1995 me presenté a la oficina de personal (G-1) de la Aviación del Ejército en el Callao; me apersoné a dicha oficina portando mi papeleta de transito firmado en Rioja con fecha 12 de mayo, donde recibí tremenda reprimenda, me dijeron de todo, ellos pensaron que yo no había participado en la guerra con Ecuador y que mis papeles eran todos apócrifos; me comunicaron que me habían denunciado por el Delito de Abandono de Destino a la 2da Zona Judicial del Ejército mediante Oficio N° 396 A-1/02.42.02, que tenía la fecha de 18 de mayo de 1995, según este documento desde el 24 de abril me consideraban como si hubiera cometido el Delito de Abandono de Destino, que en estos tiempos lo conocen como abandono de empleo. 

Mediante un documento me comunicaron para presentarme a la 2da Zona Judicial del Ejército, ubicado en la 2da cuadra de la Avenida Arenales, Lima, a donde acudí uniformado, cuando me presenté me obligaron también para presentar un abogado para mi defensa; ante este abuso comencé a protestar en la sala alegando en todo momento mi inocencia, al mismo tiempo también me negué a presentar un abogado. Como medio probatorio les presente 40 fotografías que avalaba mi participación en los combates en el Valle del Cenepa contra las tropas de Ecuador; luego, tal vez comprendiendo mi situación me dijeron que mi defensa lo asumiría un abogado de oficio. En cuatro oportunidades me hicieron llamar a la 2da ZJE para ser interrogado, finalmente mi caso quedó como sobreseído con fecha 22 de enero de 1996.

En el mes de junio del 2007 una copia de esta falsa denuncia la encontré bien archivada en mi Legajo Personal de Técnico N° 1 administrado por la Jefatura de Administración de Técnicos y Suboficiales del Ejército (JATSOE) del Cuartel General del Ejército, en Lima, esta falsa denuncia ha sido uno de los causantes para no ascender al grado inmediato superior, cuando presenté mi reclamo me dijeron que todo ya estaba en el sistema y ya no se podía borrar. Al respecto pedí audiencia en todos los niveles de Inspectoría y nadie pudo solucionar mi petición, ya es hartamente conocido que las Inspectorías del Ejército solamente solucionan los líos del callejón, los líos de faldas, pero menos los derechos del personal.

Para los ascensos al grado inmediato superior, cada fin de año, el personal de Jurados integrado por oficiales superiores se reúnen en el JATSOE portando consigo el Legajo Personal N° 1 de cada candidato para el ascenso, este personal verifica todos los antecedentes del personal candidato, ellos fundamentan su decisión con los documentos que encuentran en dicho legajo. El personal Jurado con los antecedentes que encuentran en el LP N° 1 del personal, deciden el ascenso o deniegan el ascenso, en muchos casos por los errores administrativos que cometen los Oficiales de personal (S-1) y (G-1) en este caso como mi persona quedamos relegados del ascenso al grado inmediato superior para siempre.



2 comentarios:

  1. Espero se le haya hecho justicia hasta la fecha, siglo XXI, muy lamentable lo sucedido, una de las tantas injusticias. Los verdaderos héroes que lucharon, eran chiquillos enviados a una zona hinóspita, lejana de su terruño, que jamás pisaron. La miasma fue su peor enemigo, y seguro para los contrincantes...
    Recuerdo que un traumatólogo, fue enviado a la zona, y fue quien hizo una amputacion a mi papa más antes, .. yo decia , habra hecho varias operaciones por alla, seguro excelentes, aunque lamentables. Terminé en esta página, buscando informacion sobre los miasmas, que recuerdo escuchaba que provocaban daños a los soldados del ejercito y que en su mayoría eran jóvenes de la zona altoandina que los enviaron a la zona de selva, soñadores convencidos que "luchaban por la patria", pero a las finales, pienso que las guerras las hacen los que venden armas, negocio redondo, y los sacrificados son los jovenes, en su mayoría de origen humilde. Y los jefes militares son los que sacan "pecho" (panza)y se presentan como héroes,... algunos jefes si debe haber que se la juegan por sus comandos. Mis saludos y gracias por sus memorias.

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  2. Es un gran soldado cuando lo conocí era sub oficial Pineda Ramírez Miguel en la octava división de infantería bim 31 en los 90

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