Durante la Campaña Militar del
Alto Cenepa 1995, en la 5ta División de Infantería de Selva con sede en el distrito de "Milagro" Bagua, hubo escasez de rancho, principalmente para el personal
militar de Oficiales, Técnicos y Subofiales que llegaban con los batallones procedentes de diferentes regiones y para los que salían de la zona de operaciones entre ellos los heridos y enfermos.
Cuando salí de alta en el hospital de campaña del IIPPSS, en Bagua, con fecha 24 de febrero, me dieron descanso medico relativo de 30 días y me ordenaron para permanecer en un "centro de descanso" que solo en el papel existía, entonces opté para regresar a la zona de guerra, siempre pensé retornar hasta la cota 1274 "Helipuerto Tormenta", con esa idea puesto en mi cabeza un día me apersoné donde el capitán médico Carlos Smith Verastegui (jefe de la sanidad medica de la 5ta D.I.S.) y este oficial me mira algo sorprendido y me dijo: "eres cojudo o te haces, aquí hay miles que están disponibles para entrar como relevo de los que salen por heridas y enfermedad ¿tú, estando con descanso médico quieres retornar?", sin replicar ni una palabra en el acto me retiré a un almacén donde permanecí como alojado. Ya no había motivos para permanecer en el cuartel de Bagua; en lo que respecta al rancho, el oficial y el suboficial se la tenía que arreglar cado uno por su propia cuenta, y no teníamos dinero para permanecer ni un día mas en Bagua; ergo, con fecha 03 de marzo de 1995, junto con el capitán de artillería Alberto Cruz Ruíz y el suboficial de 1ra chofer militar Manuel Torres Castillo, coordinamos para retornar en forma ilegal, es decir sin orden de la superioridad con destino al Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 28, acantonado en el distrito de Rioja, San Martín.
Cuando salí de alta en el hospital de campaña del IIPPSS, en Bagua, con fecha 24 de febrero, me dieron descanso medico relativo de 30 días y me ordenaron para permanecer en un "centro de descanso" que solo en el papel existía, entonces opté para regresar a la zona de guerra, siempre pensé retornar hasta la cota 1274 "Helipuerto Tormenta", con esa idea puesto en mi cabeza un día me apersoné donde el capitán médico Carlos Smith Verastegui (jefe de la sanidad medica de la 5ta D.I.S.) y este oficial me mira algo sorprendido y me dijo: "eres cojudo o te haces, aquí hay miles que están disponibles para entrar como relevo de los que salen por heridas y enfermedad ¿tú, estando con descanso médico quieres retornar?", sin replicar ni una palabra en el acto me retiré a un almacén donde permanecí como alojado. Ya no había motivos para permanecer en el cuartel de Bagua; en lo que respecta al rancho, el oficial y el suboficial se la tenía que arreglar cado uno por su propia cuenta, y no teníamos dinero para permanecer ni un día mas en Bagua; ergo, con fecha 03 de marzo de 1995, junto con el capitán de artillería Alberto Cruz Ruíz y el suboficial de 1ra chofer militar Manuel Torres Castillo, coordinamos para retornar en forma ilegal, es decir sin orden de la superioridad con destino al Puesto de Comando del Batallón Contrasubversivo N° 28, acantonado en el distrito de Rioja, San Martín.
La salida del
cuartel estaba bien controlado, le engañamos al suboficial de guardia, a quien le dijimos que saldríamos al frente para buscar comida, con esos argumentos siendo las 20:30 horas; salimos por la puerta principal de la guardia de prevención. El sargento de guardia nos hizo el alto a quién le dijimos
"estamos de hambre, ya tenemos permiso para salir a cenar al frente y
retornamos inmediatamente"; concedido el permiso nos
apersonamos a los restaurantes que lucraron bien durante el conflicto sobre todo entre los meses de enero y febrero de 1995, pues hubo muchos visitantes a la zona, principalmente periodistas
nacionales y extranjeros. El personal militar a sueldo de diferentes regiones del país
que permanecían en el cuartel de Bagua para entrar a la zona de guerra como relevo, pasaban rancho en estos restaurantes, cada uno por su cuenta. En la guerra las cosas son así, algunos sufren hambre, mientras atrás, otros están asegurando el futuro de sus hijos con el dinero mal habido.
El día que me dieron de alta me
regalaron un pantalón “bermuda azul” con
rayas, un polo color violeta que me quedaba por el ombligo, un par de zapatillas de
plástico de color blanco y una cajita de cartón que contenía pequeños objetos, así
pésimamente mal vestido permanecí, así también me escapé, me parecía al “Chavo
del 8”, mis dos compañeros de aventura también estuvieron así mal vestidos; una
vez afuera nos apersonamos a la casa del Técnico, pedimos nuestros maletines y
comenzamos a caminar lentamente por la parte oscura de la carretera
aproximadamente 100 metros, en seguida corrimos sin voltear hasta desaparecer
por la curva, en ese recorrido oscuro por el camino, nos encontramos con un
auto tipo “lancha” donde subimos y nuevamente pasamos por la puerta del
Cuartel, agazapados entre los pasajeros hasta llegar a la ciudad de Bagua.
Llegando al distrito de Bagua permanecimos sentados cerca a un paradero de vehículos que venían procedentes de la ciudad de Lima y Chiclayo y que pasaban con destino a la ciudad de Tarapoto. Esperamos desde las 22:30
horas hasta las 01:00 horas, la espera fue
negativo. En el silencio de la noche bajo las luces de los postes del alumbrado publico algunos perritos se paseaban husmeando; el frio de la madrugada sea hacia presente; ergo, tocamos la puerta de un hostal de “mala muerte” donde
ingresamos pagando por el servicio la suma de siete soles por un cuarto. Siendo las 06:00 horas abandonamos el hostal y caminamos con rumbo a un paradero donde subimos a una cuoaster
de 30 pasajeros de la ruta Bagua - Nuevo Cajamarca. Después de algunos sustos en la zona de combate en el Valle del Cenepa, retornamos sin novedad al PC del batallón en Rioja.
Con el capitán “Joel” y el suboficial
“Calin” nuevamente me encontré en la Base Contrasubversiva de Yurimaguas, en
ese lugar ellos permanecieron hasta el 30 de abril y yo me quedé al mando de la
Base hasta el 10 de mayo de 1995.
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