Durante la Campaña Militar del Alto Cenepa 1995, en el Puesto de Vigilancia
N° 1, conocido también como el Puesto de Vigilancia "Soldado Pastor", ubicado en la provincia de Condorcanqui, Amazonas; el día jueves 9 de febrero siendo las 06:00 horas, una mañana frío y
nublado parcialmente; a esa hora, con total tranquilidad la mayoría del
personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa Servicio Militar
Obligatorio de diferentes batallones que habían pernoctado bajo las casuchas y la gran mayoría en las orillas del rio Cenepa se bañaban en el río de aguas cristalina, otros recién se levantaban, algunos
continuaban durmiendo, y yo me encontraba caminando con dirección al río sin
zapatos (borceguíes) llevando consigo mis útiles de aseo, en esos momentos de
tranquilidad a lo lejos se sentía un ruido fuerte en el aire y después de
algunos segundos cayó en las faldas del cerro del lado Este seis tiros de
lanzadores múltiples BM-21 de Ecuador, disparado tal vez desde el Puesto de Vigilancia Coangos,
Banderas o Cóndor Mirador, a una distancia aproximado de 25 kilómetros. En ese momentos todo el personal se asustó. En la tarde del día anterior tres aviones de combate del vecino país del norte ya se habían paseado sobre el Puesto de Vigilancia N° 1, entrando y saliendo "como pedro por su casa", hasta ese momento las fuerzas peruanas no contaban con buena defensa antiaérea.
Los
proyectiles disparados por lanzadores de 40 bocas BM-21 cayeron aproximadamente a una distancia de 500 metros del lugar donde se encontraba el grueso del
personal, la densa vegetación que siempre fue nuestro mejor aliado
neutralizó por completo el accionar de las esquirlas, solamente sentimos la
gran explosión y vimos el humo blanco que se levantó desde las profundidades de
la vegetación, al mismo sitio dispararon tres veces la misma cantidad de
proyectiles, de esta manera en la mañana de aquel día los ecuatorianos nos
dieron una buena "diana" como para que se levante todo el personal.
El cerro del lado Oeste fue nuestra mejor defensa, porque su altitud no
permitía pasar los disparos de tiro directo a la parte baja. El Puesto de
Vigilancia N° 1 está en el medio de dos cerros, los tiros de la artillería
ecuatoriana impactaban solo en las faldas del cerro del lado Este, la explosión
de las granadas fue tan fuerte que nos dio un gran susto, la gente entró en pánico
total y se metió al río con la intención de vadear para guarecerse al pie del
cerro del otro lado; todos corrimos sin armamentos y sin equipos, como la gran
mayoría se encontraban sin zapatos, las piedras del río nos hacía resbalar y
caer a cada paso, avanzamos hasta la mitad donde permanecimos parados, en esos
instantes un Oficial en voz alta decía: ¨ ¡Nos han reglado!, ¡nos han reglado!
, ¡nos han reglado!...ahora los tiros vienen a este lugar¨, escuchándolo aún
más la gente se asustó, es ahí que recién comencé a sentir la realidad de una
guerra, no es pues cosa de juego, pero los monos fallaron siempre, los tiros de
sus lanzadores múltiples disparados de manera directa desde una distancia de 25
kilómetros sin la guía de un Observador Avanzado (OA) no les dio resultados
positivos, pregunto: ¨¿Cuántos miles de granadas de lanzadores múltiples,
habrían gastado?¨, pues, desde que llegué a la zona de combate día y noche
disparaban, así fue desde el día 8 de febrero hasta el día 13 que me retire
del Puesto de Vigilancia Nº 1, en la provincia de Condorcanqui, Amazonas, Perú.
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