La Junta de Calificadores del
Ejército peruano, integrado en su mayoría por
Generales, Coroneles y Comandantes, expertos en oficina, actuando siempre bajo las ordenes de los delincuentes como: El traidor y corrupto Vladimiro Montesinos
Torres, el General "victorioso" Comandante General del Ejército
Nicolás de Bari Hermoza Ríos y el Presidente Alberto Kenya Fujimori Fujimori, engañaron y traicionaron a los Combatientes y Defensores de
la Patria que participaron en la Campaña Militar del Alto Cenepa 1995.
Durante el conflicto hubo muchas promesas, dichas promesas finalizado el conflicto nunca se cumplieron; en la Ley N° 26511 y su
modificatoria Ley N° 27124 nos prometieron el ascenso al grado inmediato superior y nunca se cumplió, solo quedó en papeles, como queda demostrado esta Ley no se cumplió por la
traba que ponen los Institutos Armados y la clase política que gobierna el país; principalmente en el Ejército peruano, el Comando del Ejército ha
denegado todo tipo de reconocimientos de invalidez y pago de indemnizaciones a
los veteranos de las Operaciones Militares del Alto Cenepa.
Muchos Oficiales,
Técnicos, Suboficiales y personal de Tropa SMO, hemos
sido ignorados como si no hubiéramos defendido la soberanía del Perú, ese olvido implicó para
que cada uno realice trámites engorrosos de largos años para lograr el ansiado
reconocimiento; venciendo todo tipo de trabas burocráticas dentro del Ejército
y exponiéndonos también a muchas sanciones injustas impuestas por la
superioridad, algunos recién estamos siendo
valorados y reconocidos por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú
después de 20 años de largo batallar en los trámites administrativos, en este
tipo de problemas está inmerso muchos individuos de Tropa licenciado procedentes del departamento de Junín, Tingo María, los civiles "yachis" de Amazonas, los reservistas, personal de Tropa del Frente Huallaga. A la fecha existe personal lisiado, personal con
problema mental y todos ellos están ignorados y olvidados por el Estado.
El 9 de diciembre de 1999, día del glorioso Ejército del Perú, en esta fecha, en una ceremonia muy especial el Comando del Ejército, entrega a los combatientes calificados como Defensores de la Patria, una medalla de oro valorizado en Mil ($1000) dólares americanos y el incentivo económico de Tres (S/.3000.00) mil soles, con este premio e incentivo económico solamente se beneficiaron mil doscientos (1200) combatientes calificados como Defensores de la Patria, entre personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa SMO, en su mayoría de las guarniciones de Lima.
Despues del año 2000 hemos sido reconocidos como defensores de la Patria mas de dos mil quinientos (2500) combatientes, para este personal ya no hubo medalla de oro valorizado en mil ($ 1000) dólares americanos ni el incentivo ecónomico de tres (S/ 3000.00) mil soles, a nostros nos ignoraron, a la fecha no hemos recibido los premios que nos correspondía por derecho de igualdad. En cuanto a mi persona cuando presenté mis reclamos al Comando del Ejército y al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, me dijeron, que mi reclamo era totalmente extemporáneo.
Para que me reconozcan como Defensor de la Patria he batallado desde el año 1995 y recién logré mi objetivo en el mes de setiembre del 2007, despues de 12 años, el Conjunto de las Fuerzas Armadas me entregó la Resolución N° 448 CCFFAA/D1-PERS, del 10 de setiembre del 2007, ratificado mediante la Resolución del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas N° 328 CCFFAA/DAANN, del 21 de setiembre del 2012. Para lograr este reconocimiento como Defensor de la Patria soporté castigos de arresto simple y hostigamiento laboral.
En este conflicto sufrí fractura, trauma acustico severo y a la fecha permanezco con esquirlas de granadas en mi omoplato del lado izquierdo; por ende, solicité durante 20 años consecutivos solicité al Comando del Ejército (COSALE) para que los médicos del Hospital Militar Central (HMC) me sometan a una evaluación de mi salud en lo físico y mental, dicho pedido adrede fue denegado en todas las instancia de las inspectorias del Ejército. Cuando comencé a presentar mi expediente a (COSALE) Vía Judicial para que el Comando del Ejécito ordené a (COSALE) para que me sometan a una evaluación de mi estado de salud en lo fisico y mental, desde el año 2001 comenzaron a sancionarme con arrestos de simple, además comence a soportar el hostigamiento laboral, con la modalidad de "por necesidad de servicio" me enviaban a diferentes Unidades dentro de la guarnición de Lima; el año 2013 me cambiaron de empleo al Batallón de Comandos "Comandante Espinar" N° 19, donde continuo el hostigamiento laboral.
El día lunes 13 de febrero de 1995, en la cota 1232, Valle del Alto Cenepa, durante el combate entre el personal del Batallón Contrasubversivo N° 28 de Rioja y el personal de
la Brigada de Fuerzas Especiales N° 9 “Patria” de Ecuador, la onda expansiva
originado por la explosión de cuatro granadas de morteros de 60 mm disparado por las Tropas del enemigo invasor me hizo volar
hacia un acantilado, donde me fracturé el V metacarpiano en la mano izquierda y además me ocasiona herida de 5 centímetros en el dorso de la misma mano, luego caen más granadas y
las esquirlas también me impactan en el omóplato izquierdo, como
consecuencia hasta la fecha he quedado con la mano izquierda lisiada, que por mala curación quedó deformado y con imitación funcional, estas explosiones me dejó para siempre con el trauma acústico severo en mi oído derecho.
El conflicto se originó en el mes de enero, mes de cambios de colocación, el personal de la corporación saliente participó en las Operaciones Militares contra Ecuador; por ende, finalizado la Campaña Militar regresamos a las Bases Contrasubversivas para esperar el relevo, tal es así que retorné a la Base Contrasubversivo del distrito de Yurimaguas, donde permanecí durante dos mese y medio al mando de dicha base militar, meses que permanecí con
invalidez temporal, recibí tratamiento médico con mi propio peculio
en el Hospital Regional de dicha provincia. En Rioja dentro del termino legal solicité para que el Comando del Ejército ordene a quien corresponda para que en el Hospital Militar Central me sometan a una evaluación físico y mental, a fin de conocer mi estado de salud, me negaron mi reconocimiento de incapacidad temporal. Si me reconocían por lo menos como invalido temporal el Ejército en cumplimiento de la ley 26511 tenía que haberme pagado. En el Parte de Guerra anexo 1 y 2 de fecha
15 de mayo de 1995, elaborado por el Batallón Contrasubversivo N° 28 del distrito de Rioja, departamento de San
Martín, estoy considerado como baja en combate ocurrido en la cota 1232 Valle del Cenepa, y así también está escrito en la parte considerativa de la Resolución
N° 448 del CCCFFAA del 10 de setiembre del año
2007.
En el mes de enero de 2014 me cambiaron de empleo a la Companía de Comunicaciones N° 4 de la 4ta Brigada de Montaña con sede en Puno, donde también sufrí hostigamiento laboral, por estos abusos e indiferencias contra mi persona, pedí mi pase a la situación militar de retiro con fecha 15 de julio del año 2014.