AUDIO ALTO CENEPA 1995

sábado, 15 de noviembre de 2014

LA MUERTE DEL SARGENTO 2do EP INOCENTE NICOLÁS VASQUEZ GONZALES COTA 1232 ALTO CENEPA 1995

Sargento 2do SMO Inocente Nicolás VÁSQUEZ GONZALES, conocido en aquellos tiempos con el seudónimo “Lechuza”, moyobambino de nacimiento, durante la Campaña Militar del Alto Cenepa 1995, formó como integrante de la Companía “C” del Batallón Contrasubversivo N° 28 del distrito de Rioja, San Martín, bajo el comando del Teniente Coronel de Infantería Julio Celestino Chaparro Beraún. Cuando se dio la alerta roja permanecía como destacado en la Base Contrasubversivo Nº 28 en Yurimaguas. En dicha base militar el día domingo cinco de febrero en horas de la tarde se organizó las patrullas de la Compañía “C” para el desplazamiento vía aérea a la sede de la 5ta División de Infantería de Selva en la provincia de Bagua, departamento de Amazonas.

El día lunes 6 de febrero de 1995, en horas de la mañana, abandonamos la Base Contrasubversivo de la ciudad de Yurimaguas, capital de la provincia de Alto Amazonas, departamento de Loreto, ubicada en la confluencia de los ríos Huallaga y Paranapura. Desde la Base Militar todo el personal se desplazó formado en columna de tres, todos a pie, cantando a todo pulmón la canción militar "A Quito Nos Vamos". Ante la mirada de asombro de muchos pobladores de las principales calles y avenidas nos dirigimos con destino al aeropuerto de Yurimaguas, donde también se encontraba la Base Militar de Estados Unidos de Norte América; llegando a dicha instalación permanecimos formados en las inmediaciones, enseguida uno de los aviones Antonov del Ejército se estacionó y procedimos a subir para ser trasladados con destino al aeropuerto “El Valor” de Bagua, en el departamento de Amazonas. 

El día miércoles 8 de febrero de 1995, antes del mediodía, desde la Base Militar de Ciro Alegría en Amazonas, comenzaron a trasladar en helicópteros MI 8 y MI 17 a todo el personal del batallón Contrasubversivo N° 28 de Rioja con destino al Puesto de Vigilancia N° 1, distrito de Cenepa, provincia de Condorcanqui. Por aquellos días, los pilotos de la Aviación del Ejército y de la FAP estaban muy intranquilos, los ecuatorianos nos habían derribado dos helicópteros, había mucho peligro en la ruta desde la base militar de Ciro Alegría al Puesto de Vigilancia N° 1 porque los ecuatorianos tenían emplazados muchas armas antiaéreas en las pendientes del sector Cóndor Mirador, desde este lugar se domina toda la cuenca del río Cenepa. Por todo lo mencionado, durante el traslado aéreo entre el personal a bordo hubo momentos de mucha tensión, el tirador de la ametralladora colocó la cinta con municiones y comenzó a disparar en ráfaga hacía la inmensidad del mando verde, manifestó lo siguiente: “estamos pasando cerca de la línea de frontera, esta zona es muy peligroso”, en esos momentos todos permanecimos en completo silencio, pienso que cada cual iba cavilando en el misil del enemigo que podría salir de algún rincón de las profundidades del inmenso manto verde; ante un misil, un helicóptero de transporte es presa fácil y la ametralladora no servía para nada, ¿Qué podría hacer un tirador de ametralladora ante un misil?, hubo miedo y tensión en ese desplazamiento, gracias a Dios llegamos sin novedad al PV N° 1. 

El día jueves 9 de febrero de 1995, en el Puesto de Vigilancia N° 1, los combatientes del Batallón Contrasubversivo N° 28 procedente de Rioja, con personal de tropa en su mayoría de las zonas de la selva, armados con los viejos fusiles FAL modelo 1958, modelo 1969, ametralladoras MAG y lanzacohetes RPG, comprados en Bélgica y Rusia, durante el gobierno militar del General Juan Velazco Alvarado en el año 1970, sin casco, sin chaleco, con fornituras y cananas en hilachas, con mochilas y morrales en mal estado, nos reunimos en las inmediaciones del río Cenepa, donde recibimos la arenga del señor Teniente Coronel de Infantería Julio Celestino Chaparro Beraun, Comandante de Batallón, donde el personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y personal de Tropa hicimos un juramento para defender a la patria y expulsar a los invasores ecuatorianos del suelo peruano, finalizado este breve ceremonial de compromiso con la patria, se inició el desplazamiento con rumbo a la zona conocido como la "Ye". 

El día domingo 12 de febrero de 1995, en horas de la mañana, iniciamos el desplazamiento desde el Helipuerto Tormenta hacía la cota 1232 que está en las profundidades del Valle del Cenepa; llevamos siempre la consigna “victoria”, bajamos por una trocha sinuosa y angosta que nos presentaba todo tipo de obstáculos dentro de una densa vegetación, en horas de la tarde, después de larga marcha, cansados luego de la travesía por lugares entrampados y minadas, con el riesgo de ser emboscados, descansamos en una pequeña emplanada camuflados entre los arboles; quien sabe algunos estamos marchando para dejar nuestros huesos en esta inhóspita jungla donde la sangre derramada teñirá la tierra en disputa entre peruanos y ecuatorianos. En este conflicto, sólo los árboles son testigos del sufrimiento de los soldados que atravesando ríos y praderas avanzamos en medio del calor, la lluvia y la humedad, pero como buenos guerreros descendientes de los Incas seguimos avanzando tratando de llegar a Tiwinza, pero en el trayecto los “monos” nos habían tendido una emboscada, y comenzó el combate, en el acto adopté la posición de cuerpo a tierra, metros más abajo dos soldados de otra patrulla están en la misma posición, los minutos avanzaban, el momento era muy tenso; más abajo, dentro del monte, se intensifica el combate entre las fuerzas de ambos bandos, había disparos de fusiles, morteros y lanza cohetes RPG por todo lado; el sector donde permanecí en la posición de tirador tendido acompañado por dos soldados se mantuvo en total silencio, en ese momento a una distancia 150 metros en mi flanco izquierdo (lado Oeste) detecté a dos hombres con camuflaje Guillie o Yowie, entonces sospechando de la presencia de posibles franco tiradores emboscados del enemigo decidí disparar en ráfaga a la ubicación de estos hombres con traje especial; pero de sorpresa, como si fuera un fantasma, por mi retaguardia apareció un individuo desconocido y se interpuso cogiéndome el hombro derecho, siento una mano por la espalda, quien me susurra cerca al oído, me dice: “no dispares hay que bajar para reforzar a Rodrigo”, en el acto volteo y el individuo no se deja ver la cara, su uniforme es como el mío, luego, corrió por la bajada, entre arboles, en cuestión de segundos como el viento desapareció por las inmediaciones del riachuelo, vestía el mismo uniforme de los soldados del Perú; no sé si fue un fantasma o una persona real, pero más pienso que fue el fantasma de los soldados por fallecer o de los fallecidos; los fantasmas existen, por primera ves me encontré con un fantasma cuando tenía la edad de seis años, por segunda ves me encontré con un fantasma cuando tenía la edad de 33 años, fue durante el patrullaje en el distrito de Urpay, Pataz. 

Los combatientes con camuflaje Guillie que lo detecté en mi flanco izquierdo habían sido dos francotiradores de las tropas de Ecuador, ellos también habrían detectado mi presencia y de los soldados que se encontraban más abajo de mi ubicación; ergo, ellos comenzaron a disparar en ráfagas a la ubicación nuestra, en ese momento las balas caían a centímetros de mi ubicación, levantaban tierra por todo lado y hacían pedazos a los troncos en las inmediaciones de mi posición, si no es por la protección del tronco grueso del árbol, con seguridad perdía la vida, ya no había tiempo para pensar; yo llevé un fusil FAL con dos cacerinas piezadas, ambos contenían 40 cartuchos, el fusil siempre la mantuve cargada con el selector de tiro en (R), la pasé a la posición (A); de igual modo le solté una ráfaga de 40 disparos, los dos soldados que estaban a unos metros más abajo también dispararon en ráfagas a ese mismo objetivo, el intercambio de disparos fue espectacular, jamás imaginé vivir esos momentos tan cruciales como aquella tarde. Cuando se silenciaron los disparos, buscando mejor abrigo me desplacé hacia mi retaguardia para ubicarme detrás de un pequeño morro que aparentaba ser un terreno firme, en el pequeño espacio plano me metí en un profundo pantano que casi me oculta, me arrastré para salir, mi uniforme de la cintura para abajo estaba cubierto de barro negro, en esas condiciones muy asustado me quedé detrás del morro casi junto al tronco de un árbol, circunstancia que a dos soldados que se encontraban unos metros mas abajo le pregunté, ¿Dónde está la gente? y me contestaron diciendo que todos estaban mas al fondo con el capitán Rodrigo, en el acto nos levantamos y bajamos por un encajonado espacio pantanoso, recorrimos mas de 700 metros con dirección Norte, casi llegamos hasta un río, por gracia divina luego retrocedimos, estábamos perdidos, todo era silencio, entre los arboles la luz del cielo se iba perdiendo y la noche se asomaba, antes que nos envuelva el mando negro de la oscuridad los tres extraviados regresando detectamos a un grupo de tropas del Perú que subían por un terreno muy empinado cubierto de lodo, viéndolos sentimos inmensa alegría, luego pasamos el riachuelo, procedimos a subir utilizando las mismas huellas de ellos por miedo a las minas, llegando a la parte alta ocupamos una pequeña loma abandonado recientemente por las tropas del ejército ecuatoriano, sin pensarlo ocupamos la cota 1232, donde nos juntamos con otra patrulla perdida, era la patrulla del alférez "Zeus" con ellos súmanos 17 combatientes y amanecimos en este sector.

El día lunes 13 de febrero de 1995, en horas de la mañana, en la cota 1232, Valle del Alto Cenepa, reunimos a los dispersos de diferentes patrullas que habían quedado perdidos como consecuencia del combate del día anterior; reunimos en total 86 hombres, luego por el exceso de confianza del oficial al mando quien siempre nos decía: "los monos se han escapado con el rabo entre las piernas", entonces contagiados por el exceso de confianza del capitán "Joel", en total desorden nos sentamos al borde del acantilado cerca a un riachuelo; finalizado las coordinaciones con el oficial al mando, como presagiando la desgracia cinco minutos antes del ataque enemigo la mayoría ocupamos otras posiciones entre arboles y troncos caídos que abundaban en dicho sector, un grupo de la tropa quedó en el mismo acantilado. El ataque ecuatoriano comenzó siendo las 11:45 horas, desde la parte alta del cerro del lado Este se produce el sorpresivo ataque del personal de la Brigada de Fuerzas Especiales N° 9 "Patria" de Latacunga, Ecuador, contra el reducido personal del Batallón Contrasubversivo N° 28, en dicho enfrentamiento perdió la vida el sargento 2do Inocente Nicolás Vásquez GonzálesEl sargento Vásquez y catorce soldados se encontraban en el mismo acantilado cerca al riachuelo, ubicación inicial, en dicho sector no había cubiertas ni abrigos para la protección de este personal, como el ataque enemigo nos agarró de sorpresa con disparos de cuatro morteros de 60 mm, de los nuestros comenzaron disparar sus fusiles sin disciplina de fuego, quienes tratando de evitar el impacto de las granadas corrían de un lado a otro, pero no abandonaban dicho sector; en ese momento en mi condición de antigüedad en grado en dicho sector tal vez mi error fue no despejar este lugar enviando a este personal al otro lado del riachuelo, pero en el otro lado también el peligro era constante por la presencia de muchos fusileros y francotiradores del enemigo. Este fue el sector mas comprometido. Los cuatro morteristas del enemigo continuaron disparando al mismo lugar, fue incontable la cantidad de tiros que llegó al sector del acantilado, gracias a Dios el reglaje original no lo variaron para nada en ángulo ni dirección, en cada explosión solo se veían inmensas llamaradas de fuego, las esquirlas de una de las  granadas de morteros de 60 mm le sacó el hombro derecho y el antebrazo al Sargento 2do Vásquez, en la parte afectada se veía toda la parte interna superior de la caja torácica del lado derecho, rápidamente comenzó salir cantidad de sangre, sin duda la herida ya era mortal, en esas condiciones el herido caminó con dirección al riachuelo, ayudado por su fusil que le servía como bastón, dos veces dio vivas al Perú y en seguida pedía perdón por todo lo hecho en su vida a su madre, dijo: “Por mi patria, por el Perú estoy aquí madrecita, perdóname por todo, perdóname madrecita, perdóname ¡viva el Perú!, ¡viva el Perú!", luego al ingresar dentro de unas malezas se cayó, pues sus piernas ya no tenían suficientes fuerzas, entre los arbustos lo perdí de vista por las circunstancias del combate. Finalizado el combate lo encontré tendido en la posición de cubito ventral con su fusil bajo el pecho, entonces procedí a levantar el cuerpo para colocarlo en la posición de cubito dorsal, así lo dejé junto a su mochila y su fusil FAL sobre el pecho. La fusilería de los ecuatorianos no causó ningún daño al personal nuestro, todo el disparo del armamento menor de fusiles tipo HK y ametralladoras lo absorbía los árboles que nos rodeaba, la cantidad de disparos de cientos de fusiles y ametralladoras solo produjeron ruidos por todo lado, en consecuencia, por efectos de bala no tuvimos ningún muerto.

En el Helipuerto Tormenta, cota 1274, el día martes 14 de febrero, siendo las 10:00 horas, el señor teniente coronel de infantería Julio Celestino Chaparro Beraún en su condición de Comandante de Batallón, organiza una fuerza de 200 hombres y baja con destino a la cota 1232 lugar donde se hallaba los restos mortales del sargento Vásquez, la misión fue recuperar el cadáver, pero grande fue la sorpresa que encontraron las fuerzas peruanas, pues las tropas de la Brigada de Fuerzas Especiales Nº 9 "Patria" de Ecuador, envalentonados por el resultado del combate del día anterior, se hallaban bien posesionados en todo el sector de la cota 1232 donde habíamos combatimos el día lunes, como es normal los ecuatorianos impidieron el ingreso de nuestras fuerzas bajo intensa fusilería y empleo de granadas de todo tipo. Ante la resistencia de los ecuatorianos el personal de Batallón Contrasubversivo N° 28 retrocede con destino a la cota 1274 "helipuerto Tormenta" empleando la misma trocha, ante tal circunstancia las tropas ecuatorianas realizan una persecución silenciosa por la misma trocha e intentaron llegar hasta cima del mismo Helipuerto Tormenta, para tal fin emplearon camuflajes tipo Guillie o Yowie que es una prenda especial de combate para camuflarse entre los árboles, pero fueron sorprendidos por los vigías peruanos, en ese momento de sorpresa, de arriba hacia abajo las tropas del Perú disparan todo tipo de armas y granadas, ante la buena reacción del personal peruano los ecuatorianos huyen por la misma trocha arrastrando a sus muertos y heridos.

Después de este fallido intento de recuperar los restos mortales del sargento 2do Vásquez, nadie más se preocupó de él y lo consideraron como desaparecido en acción de armas y hasta el día de hoy está considerado como uno de los desaparecidos en las Operaciones Militares del Alto Cenepa 1995, abandonado por sus camaradas de armas y por el mismo Estado peruano.

6 comentarios:

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    1. Estuve directamente en los combates en el batallon de tu hermano,brindeme su numero o correo, el mio es jonacho161@gmail.com

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  2. Hola ,soy el hermano mayor de Nicolas de parte de madre, desearia saber como me puedo comunicar contigo, te dejo mi correo electronico, juanc06_tauro@hotmail.it mis numeros son 00393277582755 , 003908119578693. Te agradeceria muchisimo.

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    1. Hola, soy Miguel Pineda, yo soy testigo sobre la muerte de tu hermano, sus restos mortales quedó en la cota 1232, el día 14 de febrero de 1995 no pudieron rescatarlo, al final el Comandante Chaparro ordenó que lo consideraran en el Parte de Guerra como desaparecido en acción de armas. Pienso que el Estado les habrá pagado la indemnización de acuerdo la Ley 26511 y el sueldo de suboficial a tus padres, en todo caso les sugiero hacer juicio al Ejército por este abandono sobre todo al Comandante Chaparro (Comandante de Unidad) y al capitán de artillería Cruz Ruíz. Cualquier comunicación escríbeme a mi correo: pizarro1532@hotmail.com

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    2. EL sub Oficial pineda ese dia que murio tu hermano,salio herido, al dia siguiente nosostros volvimos a la zona con el objetivo de rescatar el cadaver principalmente, y los ecuatorianos habian avanzado mas adelante de nuestro finado, volvimo a enfrentarnos, despues de eso ya no volvimos si no a los rodeamos por otra ruta, preveiamos que nuestro finado lo habian finado. mi correo es jonacho161@gmail.com

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  3. El que escribe este relato fue un soldado en el ejercito peruano. No se le puede creer mucho en calidad de soldado porque habla de memoria, y como si fuera oficial aunque con un vocabulario limitado. No creo que un soldado sepa de estrategia, ni de planes, ni de fechas y que luego recuerde todo ese en un relato. En otras palabras, mal hariamos todos si es que nos dejamos llevar por las relatos de memoria de un soldado sin mucha preparacion academica. Lo siento , no quiero ofender al autor, pero es asi.

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