El arquitecto Fernando
Belaunde Terry, presidente del Perú, desde (28 de julio de 1980 – 28 de julio de 1985). En los primeros meses del año de 1981, la tropas de ecuador invadieron el territorio peruano y como consecuencia se produce el conflicto del “Falso
Paquisha”, en la zona de la Cordillera del Cóndor, en el departamento de Amazonas.
Durante el primer semestre del año 1982, la Fuerza Aérea peruana participa con sus aviones de combate MIRAGE F5 en apoyo a la república de Argentina en la
Guerra de las Malvinas; por ende, habiendo quedado disminuido la capacidad operativa y disuasiva de la Fuerza Aérea del Perú, el presidente Belaunde tomó la decisión de comprar en Francia 26 aviones MIRAGE 2000.
Para el presidente peruano la iniciativa no fue casual ni
demagógica ni menos un gasto inútil, porque en el primer mes del segundo gobierno suyo, vivió la experiencia del falso Paquisha, en la que las tropas
ecuatorianas invadieron territorio amazónico peruano en la Cordillera del
Cóndor, y el Perú se vio obligado a desalojarlos mediante el valeroso concurso
de las tropas del Ejército y bombardeos de la Fuerza Aérea del Perú.
El
arquitecto Fernando Belaunde, previendo que la invasión según su criterio se
podría repetirse en mayor escala; por ende, manda comprar 26 aviones Mirage
2000 a las empresas francesas Aviones Marcel Dassault, Thomson CSF y Snecma al
precio de 650 millones de dólares, pues no se equivocó, porque años después, exactamente en el año 1995 hubo otra invasión mayor en la misma zona de la frontera nororiental sobre la
cabecera del río Cenepa.
El doctor Alan García Pérez, al
asumir la presidencia de la República el 28 de julio de 1985, se presentó como
un adalid de la paz al anunciar que el Perú solo iba a adquirir 12 aviones Mirage 2000
de los 26 que el gobierno de Fernando Belaúnde Terry había comprado mediante los contratos
denominados Júpiter I y Júpiter II, al respecto el presidente aprista dijo lo
siguiente: “Anuncio a los pueblos del mundo nuestra decisión de reducir
sustancialmente las compras de material bélico, comenzando por el recorte del
número de aviones Mirage 2000, cuya compra actualmente está en trámite”, mencionó
con solemnidad ante la atenta mirada de todos los asistentes, este anuncio
arranco el aplauso unánime de los asistentes a la ceremonia en el congreso de
la República, entre quienes se encontraban presidentes, ex presidentes y
numerosas personalidades de América Latina y el mundo, entre los invitados al acto
de juramentación en el hemiciclo se encontraba también un dilecto amigo del
flamante presidente, Abdul Rahman El Assir, traficante de armas de origen
libanés. En ese momento todos los invitados estaban lejos de imaginar que
detrás del anuncio, donde también se expresó una falsa preocupación por las
necesidades del pueblo, se escondía uno de los más escandalosos negociados de nuestra
historia republicana. El gobernante aprista durante
su primer mandato (28 de julio de 1985 – 28 de julio de 1990) redujo a su mínima expresión los presupuestos del sector Defensa y
como consecuencia el material bélico quedó totalmente en desuso por falta de repuestos y mantenimiento, principalmente los tanques y los aviones de combate.
El
28 de julio de 1990, asume la presidencia del Perú el ingeniero Alberto Kenya
Fujimori Fujimori, y recibe la información que las tropas de Ecuador se encontraban dentro del territorio peruano; pero las FFAA
no estaban en condiciones como para afrontar una Guerra con el vecino país del
norte, la Fuerza Aérea se encontraba con aviones obsoletos e inoperativos en su
mayoría. Además el Ejército y la Marina de Guerra no se encontraban en
condiciones como para afrontar con éxito una Guerra total por todos los
frentes, es ahí que el “chino” Fujimori recorre los principales cuarteles y se encuentra
con la triste realidad, por la inoperatividad y obsolencia de los vehículos de
combate, en especial los Tanques de origen Ruso T-55, además los vehículos de apoyo de combate y material de comunicaciones de alta
frecuencia "HF", muy alta frecuencia "VHF", centrales
telefónicas y teléfonos de campaña. Desde el año 1990 aproximadamente, las tropas ecuatorianas se encontraban en el Valle del Cenepa, dentro del territorio peruano delimitado no demarcado, en la zona nor oriental de la Cordillera del Cóndor, provincia de Condorcanqui, departamento de Amazonas.
En 1991, Ecuador instaló el puesto de
vigilancia Teniente Hugo Ortiz, frente al puesto de vigilancia Pachacútec, en
territorio peruano. El Puesto de vigilancia Teniente Ortiz se desplazó 9
kilómetros hacia adelante desde su ubicación original, en esta oportunidad toda
la infiltración ecuatoriana en nuestro territorio se ejecutó ante la mirada
pasiva del personal militar peruano acantonado en el Puesto de Vigilancia N° 1,
y con el "visto bueno" temporal de los altos mandos y del gobierno de
turno, como para dilatar el tiempo ante la pobreza de la FFAA.
El presidente Alberto kenya Fujimori Fujimori, en esta oportunidad intentó tomar una
decisión distinta que sus antecesores y para tal fin nombra al canciller Torres
y Torres Lara para la negociación pacífica y como es de conocimiento público se
llegó al famoso "Pacto de Caballeros" con el ministro ecuatoriano
Diego Cordobés, aceptando la permanencia del puesto de vigilancia Teniente Hugo Ortiz dentro del territorio peruano, más aun, aceptando la permanencia de las tropas
del norte en las zonas de falso Tiwinza cota 1061, por ende las tropas de ambos
países vivieron casi hermanados por la cercanía de sus puestos, jugaban
fulbito, se prestaban provisiones, había intercambio de prostitutas, etc.
Como la capacidad de la FFAA
no garantizaba una victoria, por ende el presidente Alberto kenya Fujimori Fujimori, tomó directamente en sus manos la política exterior, viajó varias veces a
Ecuador con la finalidad de hacer un arreglo pacífico, pero las suplicas del "chino" ante su homólogo ecuatoriano no dio resultados y la única solución para
desalojar al invasor ecuatoriano del territorio peruano fue mediante las armas; ergo, una vez más nos
sorprendió la Guerra totalmente desprevenidos en todos los aspectos, los
aviones MIRAGE 2000, considerados como los mejores, era puro cascaron, no tenía
sensores, radares ni sistemas misilisticos de largo ni mediano alcance, el
crucero almirante Grau también se encontraba en total obsolencia, pero así lo
trasladaron y lo cuadraron en la zona del Salto en Tumbes, según los marinos de
esa época, con quienes llegué a conversar, los cañones de este crucero ningunos
disparaba, lo llevaron solo para engañar al enemigo; en cuanto al Ejército,
principalmente los batallones contrasubversivos del Frente Huallaga
departamento de San Martín y Huánuco se desplazaron a la zona de Guerra, pésimamente mal
uniformados, casi harapientos, portando los viejos fusiles FAL modelo 1958
repotenciados y algunos fusiles FAL modelo 1969, ametralladoras MAG,
lanzacohetes RPG 7V y otros, adquiridos en 1970 durante el gobierno del General Juan Velasco Alvarado, no hubo morteros de 120 ni 80 milímetros y los
oficiales morteristas se encontraban desactualizados, no hubo GPS ni brújulas, el Batallón de Comandos
“Comandante Espinar” N° 19 y el Batallón de paracaidistas N° 61 de la Primera
Brigada de Fuerzas Especiales, utilizaron fusiles Galil de calibre 5.56 mm, la
Companía Especial N° 115 de Tarapoto, el Batallón de Infantería Motorizado
"Iquique" N° 31 de Cañete, batallones de Huancayo, batallones de la 5ta División de Infantería de Selva y
otros, casi todos combatieron con los fusiles FAL de calibre 7.62 mm.
Para las
Operaciones Militares del Alto Cenepa 1995 los ecuatorianos se habían preparado durante 14 años, es decir desde el fracaso del conflicto del falso Paquisha en 1981. Compraron armamentos de última tecnología para
equipar bien a sus Fuerzas Armadas y luego invadieron el territorio peruano, tomando posesión en el Valle de Cenepa, adoptaron una buena posición defensiva, utilizando para tal fin la doble
toponimia para engañar a sus connacionales y la opinión internacional. La tropa
de Ecuador siempre nos esperó en sus trincheras, minaron trochas, colocando a sus observadores avanzados OA trepados en la copa de los árboles,
pero ante la arremetida de nuestra gloriosa infantería siempre daban pasos hacía atrás; por ende abandonaron sus posiciones día tras día; abandonaron el sector
la "Y", la Cueva de los Tayos, Base Sur, Base Norte, el Helipuerto
Tormenta, etc, deberían reconocer que ante la gloriosa Infantería peruana no
pudieron y volvieron a perder; ellos nos derribaron nueve (09) naves, entre
aviones y helicópteros, nos causaron 90 muertos y 836 heridos, toda la perdida
material y humano que sufrimos no se puede ocultar, todo es cierto, pero donde
se decide y se consolida la victoria es en la tierra firme, ahí los del norte
se escaparon con el rabo entre las piernas, claro que si pelearon, pero
escapando.
La falsa Tiwinza (cota 1061) era el
último foco de la resistencia de las tropas ecuatorianas, donde las tropas de ambos
países libraron cruentos combates, los peruanos con la misión de recuperarlos y
los ecuatorianos con la obligación de mantenerlos bajo su control. Engañados
por sus gobernantes y altos mandos de las Fuerzas Armadas, los combatientes
ecuatorianas creían que defendían lo suyo, ergo lo defendieron hasta la llegada
de la Misión de Observadores Militares de los países garantes, quienes de acuerdo al protocolo del Río de Janeiro firmado en Brasil el 29 de enero de 1942, obligó a los invasores a desocupar el territorio peruano, dicho sector a la fecha está bajo la soberanía del Perú. Los ecuatorianos por ahí dicen que el falso Tiwinza jamás lo abandonaron, es cierto, pero en el mismo lugar, es decir en la cota 1061 el día miércoles 22 de febrero de 1995 nuestras fuerzas atacaron dicho sector por diferentes flancos, como consecuencia del combate el enemigo sufrió muchas bajas, hubo muchos muertos y heridos, reconocido por el gobierno ecuatoriano como el "miércoles negro" como prueba de ello ahí han quedado sepultados sus muertos para siempre.
Desde que regresé de las Operaciones Militares del Alto Cenepa,
muchos comentarios escuché de lo que ocurrió en el Valle del Alto Cenepa, al respecto los ecuatorianos se consideran vencedores, también los peruanos celebramos el triunfo cada 22 de febrero. Con fecha 26 de octubre de 1998, se suscribió el tratado de
Itamaraty, suscrito por el dictador y a la vez traidor a la patria, Alberto Kenya
Fujimori Fujimori, dejándonos tres puñaladas en el corazón de nuestra Amazonía,
dos en Loreto (Pijuayal y Saramiriza), y uno en el departamento de Amazonas
(Tiwinza). Después de este tratado la delimitación definitiva quedó así como se observa en el mapa; ergo, los dimes y diretes de los combatientes, altos mandos y gobernantes de Ecuador simplemente han sido para engañar a sus connacionales de la falsa victoria que ellos también lo celebran. En nuestro país algunos periodistas como Jaime Bayly Letts, Rosa María Palacios, Milagros Leyva y otros cuestionan el triunfo de las fuerzas peruanas, otros dicen que solamente empatamos. En la Campaña Militar del Alto Cenepa 1995, los ecuatorianos fueron derrotados militarmente y diplomáticamente, como dice el refrán, "fueron por lana y volvieron trasquilados". Por ende, desde el año de 1995, me prometí no leer ni un solo libro
más de las “memorias” peruanas, ni ecuatorianas ¿Por qué? simplemente asumí que lo escribieron
oficiales y periodistas que estuvieron muy lejos de las trincheras, solamente
basados en los reportes de algunas personas y en lo que la gente dice sus
comentarios que podría ser falsa o ciertas, no lo sé. Obviamente, luego de una
guerra o conflicto, las partes involucradas tienen que orientar sus esfuerzos a
“maquilar” sus errores y explicar sus acciones con los resultados que pueden
ser verídicos o falsos, por ende tanto Perú como Ecuador hicieron uso y
aplicación de esta tradicional forma de evaluar una guerra que por
desconocimiento de muchos y el silencio de otros no se dice la verdad hasta el
día de hoy, pero este su humilde servidor en mi condición de veterano de esta Campaña
Militar, reafirmo que Perú le derrotó a Ecuador militarmente, es
cierto que los ecuatorianos nos derribaron nueve (9) naves entre aviones y
helicópteros, un (01) bombardero Camberra, dos (02) cazabombarderos sukhoi su
22, un (01 avión subsónico A37, un (01) helicóptero MI 25, tres (03)
helicópteros MI 8 y un (01) helicóptero Twin Bell. Así mismo murieron en
combate personal de Oficiales, Técnicos, Suboficiales y Tropa, 83 efectivos del
Ejército y 07 de la Fuerza Aérea del Perú, en total sufrimos 90 muertos y 836
heridos de los cuales existen 66 discapacitados con invalidez permanente que
forma parte del CGI.
Aún no se me ha borrado de la mente todo lo que miré y sentí durante las Operaciones Militares en el Alto Cenepa; lo frondoso de la vegetación, la densa neblina que oscurecía y entristecía el cielo, las trochas con olor a muertos, la humedad, el camino pantanoso, el ataque silencioso de la manta blanca, el disparo incesante de la artillería ecuatoriana durante todo el día y gran parte de la noche a manera de “manotazo de ahogado”, el miedo a las minas sembradas a discreción en todas las trochas por los ecuatorianos y los errores que cometimos por exceso de confianza, así como esa reacción de todo el personal ante las emboscadas, hoy todo lo que pasé, me hace volver a vivir como si estaría allí nuevamente, me hace recordar y sentirme orgulloso de ser un soldado patriota, de haber contribuido con mi sangre para lograr la ansiada paz esperado por siglos. Cómo olvidar la muerte del sargento 2do EP Inocente Nicolás Vásquez Gonzales de seudónimo “Lechuza” aquel 13 de febrero entre la espesura de la densa vegetación, durante el combate contra el personal de la Brigada de Fuerzas Especiales N° 9 “Patria” de Ecuador, cómo olvidar a nuestros prisioneros, cómo olvidar a más de 35 heridos del Batallón Contrasubversivo N° 28 de Rioja.
Las acciones del Alto Cenepa, siempre fueron sacrificadas para las tropas peruanas por lo agreste del terreno, la falta de suministros (rancho, agua, medicinas, uniformes), la carencia de un poder de fuego de infantería acorde con la doctrina y como tal, la imposibilidad de batir frontalmente a las posiciones de la artillería enemiga, ubicada en las partes altas de los puestos de vigilancia como: Coangos, Cóndor Mirador, Banderas, etc. sin embargo ante todo tipo de carencias lo que mas nos sobró fue valor y moral para vencer y vencimos, respetando la decisión del gobierno de turno no se avanzó más allá de las líneas de la frontera.